Empresa familiar desde 1957

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La Mami (así llamábamos a mi abuela) heredó la caseta de l’Horta de sus padres. Los primeros turistas de las fuentes del algar descansaban allí y, Milagros y Marcos (mi abuelo) les dejaban su cocina para que se preparaban su comida.
Con el aumento del turismo decidieron hacer ellos mismos las comidas aprovechando la experiencia de su madre, propietaria de El Viajante (la antigua fonda de Callosa), que ya les introdujo en el mundo de la hostelería.


En verano de 1957 abrieron oficialmente Casa Marcos. Por aquel entonces se accedía a las fuentes del algar en burro-taxi, sí, los burros eran los que transportaban a la gente.


En 1969 ampliaron la antigua caseta de L’Horta y se creó el salón que ahora conocemos como Salón Marcos, en el que se celebran bodas, comuniones… y en 1971 hicieron la piscina, siendo en aquel entonces la primera piscina pública semi-olímpica y lugar de grandes “guateques” de los 70.


Con el tiempo hemos ido ampliando y modernizando Casa Marcos hasta lo que vemos hoy en día. Lo que no ha cambiado es lo que empezaron haciendo mis abuelos, y ahora a cargo de sus hijos y nietos: atender a los clientes y amigos con pasión y dedicación.
Su nieto.